Eficiencia energética

Se puede definir como eficiencia energética a la reducción del consumo de energía manteniendo los mismos servicios energéticos, sin disminuir nuestro confort y calidad de vida, protegiendo el medio ambiente, asegurando el abastecimiento y fomentando un comportamiento sostenible en su uso.

La aplicación de la eficiencia energética en su negocio se puede enfocar desde un punto de vista global, analizando las posibilidades de ahorro de energía en todas sus instalaciones o bien actuar de forma focalizada sobre una parte de éstas o en aquellos procesos que tenga más interés en optimizar.

En todos los casos el primer paso es la realización de una auditoría energética para definir de la forma más ajustada posible su perfil de consumos y cuáles son los aspectos con un mayor margen de mejora. Es posible que en esta primera fase sea necesario realizar una monitorización de las instalaciones durante un determinado período de tiempo para determinar con mayor precisión su comportamiento.

Seguidamente se realiza un análisis de las medidas que deben permitir reducir sus consumos, ya se trate de actuaciones a coste cero o bien de actuaciones que impliquen inversión, dando prioridad siempre que sea posible a las primeras.

Una vez determinadas las actuaciones y estimados los rendimientos tanto a nivel económico como medioambiental se procede a recomendar cuáles son las acciones más adecuadas para llevar a cabo y la prioridad de las mismas. Se establece un plan de control de su efectividad a medio y/o largo plazo para constatar que los resultados se ajustan a las previsiones realizadas y se pasa a planificar su implementación y ejecución.

Finalmente se realiza el seguimiento de las medidas ejecutadas según se ha establecido, a fin de verificar sus resultados a lo largo del tiempo y para anticiparse a posibles desviaciones, manteniendo el sistema bajo control.